Faltaba un base

En los últimos días hemos podido leer el lío que se ha montado con el fichaje de Sanders por el Unicaja y el descarte por motivos económicos –se supone– de Bennett –el recambio “necesario” que pedía Scariolo– y al final resulta que el ex de la Penya llega a Sevilla como guinda al pastel. El equipo de Magnano, aunque esté a una derrota del descenso, debe aspirar a cotas más altas y Bennett puede relanzar el proyecto sevillano.

El Cajasol es un equipo que no ha sido confeccionado para lidiar con los puestos de descenso, sino más bien todo lo contrario. El propio Kakiouzis aceptó la oferta hispalense el pasado verano argumentando que él sólo juega en equipos ganadores y que tengan ganas de mejorar los resultados anteriores. Buenos jugadores hay, pero la casa se empezó a construir por el tejado. Faltaba un base.

Aaron Miles es de los jugadores –que han pasado por la ACB– que engaña más con sus números. Ha llegado a hacer estadísticas increíbles, pero no es un director de juego. Es de esos bases que ve con más facilidad el aro rival que las superioridad que pueda tener Betts en la zona, como en el partido que jugaron en Granada, por ejemplo. Bustamante aún está verde para la ACB y parece que no es del agrado de Magnano. Y Ellis es una solución de emergencia que no hace más que perjudicar la capacidad anotadora del propio jugador.

Elmer Bennett no puede hacer más que mejorar el Cajasol. A sus 37 años ya sabe perfectamente qué necesita el equipo y seguro que va a sacar provecho de una plantilla que tiene buenos jugadores pero que aún no son fuertes como conjunto. Bennett ya ha jugado con Betts y seguro que le va a suministrar más balones a partir de ahora. Entrando balones dentro –para los tres hombres grandes– y aprovechando los espacios que genera Kakiouzis por la línea de fondo, los tiradores van a tener más espacios por fuera y hasta Miso y Ellis pueden jugar más liberados. Incluso Miles puede jugar a ratos de ‘2’ al lado de Bennett.

Queda toda la segunda vuelta por delante y el Cajasol tiene calidad de sobra para salir de las cuatro victorias en las que se encuentra. Ahora el equipo está más compensado y si los resultados no llegan, a Magnano no le valdrán más excusas.