El perasistema no se ha podido ver aún, básicamente por la legión de abejas que tiene Pedro Martínez a su mando. El actual Akasvayu Girona es un equipo con más hombres que nombres. Es un ejérctio de currantes, cual enjambre de abejas, que está donde está en la clasificación por méritos propios y con menos cracks que años atrás.
Marc Gasol es la abeja reina y nadie lo discute. Esta abeja ha encontrado en Girona el clima ideal para producir la mejor miel y se ha hecho mayor junto con Sada y San Emeterio, dos jóvenes obreros que por fin se han asentado en la ACB. Vroman se siente como en las islas y Montáñez vuelve a ser aquél jugador que desbordaba a sus rivales cuando salió de Manresa para enfilar el Pisuerga.
Si McDonald y Drobnjak se suben al carro, el Akasvayu puede picar fuerte en la próxima Copa del Rey.
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