sábado, 29 de diciembre de 2007

La llama se va apagando

No se había visto aún esta temporada que el Ricoh empezara el partido 11 a 0. Menos aún que el quintento de salida fuera integramente de jugadores nacionales. Y lo malo es que Javi, Rafa, Diego, Guillem y Alzamora eran ayer el cinco de gala.

No puede ser que un equipo com el Ricoh Manresa, por muy modesto que sea, tenga que dar el callo con todos los estrangeros en el banquillo. Hoy por hoy, esta no es manera de mantenerse en la ACB pero es cuando empezaron los cambios, el equipo fue perdiendo fuerza y el Bilbao se fue acercando en el marcador. Matt Walsh es de los peores fichajes que se recuerdan en Manresa, Asselin aún no está en forma, Espil ha dejado de meterlas y Callahan aún no le ha tomado el pulso a la liga. Que el equipo de casa salga con 5 jugadores nacionales es un orgullo para los aficionados y si encima se termina el primer cuarto 24 a 5, la alegría es enorme. Lo que pasa que la gente no es tonta y ayer el señor Walsh tenía una portunidad perfecta para redimirse -porque el marcador esataba muy bien encarrilado, porque se jugaba en casa y porque las fechas navideñas siempre ablandan un poco- pero ni con 19 puntos a favor encestó un triple. Cada balón que tocó fue un regalo al rival, bien por perder el balón o por cometer pasos, y la gente volvió a indignarse.

Lo malo del caso es que esta vez la indignación traspasó la figura de Walsh y llegó a la de Jaume. Mal vamos. En la grada se escucharon algunos insultos dirigidos al americano y algunas órdenes de cambio dirigidas a Ponsarnau. La cosa no acabó ahí porque en vistas que el chico playboy seguía en cancha, la grada empezó a corear el nombre de Diego, que estaba en el banquillo.

En el último cuarto Jaume decidió sentar a Walsh y este se fue con una sonora pitada pero su recambio no fue Diego Sánchez, sinó Berni Hernández. A partir de entonces, los aficionados se atrevieron con todo. No podían entender porque no jugaba Diego cuando aún no había fallado un tiro y con los mal que lo había hecho Matt, pero tampoco se fijaron en que el Iurbentia Bilbao estaba jugando con dos bases y Jaume prefirió apostar por Javi y Berni a la vez. Totalmente aceptable. Y más estando aún en el partido.

Huertas maréo la perdiz todo el partido y demostró que ya es capaz de llevar el timón de un equipo él solito y Recker apareció como estrella invitada para darse un festín desde la línea de 6,25. Por el bando local, Rafa Martínez va camino de acabar como Oliver en su última temporada en Manresa, es decir, quemado. Pero cabe destacar el buen partido de Guillem Rubio y Alfons Alzamora, sobretodo de este último que por primera vez esta temporada demostró tener cabeza, a parte del físico y la implicación que siempre pone y va camino de hacer la mejor temporada de su carrera.

Resultado final: 76-83
Nuestro MVP: Marcelinho Huertas (20 puntos, 8 assist. y 4 robos para 29 de valoración)
Jugador Sorpresa: Lucke Recker, una de las mecánicas de tiro más ràpidas de la ACB (23 puntos con 6 triples)

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