Con la crisis económica azotando a los equipos del baloncesto europeo, Barcelona y Madrid han formado dos plantillas impresionantes a golpe de talonario. Entre los dos han invertido más de 8 millones de euros para hacer dos equipos muy competitivos que las casas de apuestas ya colocan en la Final Four de París.
Hasta que la competición no de comienzo todo son especulaciones pero, a priori, los catalanes y madrileños cuentan con potencial suficiente para llegar lo más lejos posible en la competición.
Los grandes rivales de los conjuntos españoles seran los griegos del Panathinaikos y Olympiacos. Otro año más Obradovic va a tener que tirar de convocatorias como en los equipos de futbol y, por su parte, Yannakis suma dos ex-NBA más, Linas Kleiza y Von Wafer, para completar una plantilla de auténtico vértigo.
Un escalón por debajo estan el CSKA de Moscú, que inicia una nueva etapa post-Messina y muy diezmado por la crisis. Ha conseguido mantener una parte importante de su columna vertebral (Holden, Langdon, Siskauskas y Smodis), pero solo con esto no puede ir por Europa, necesitaran que los más jóvenes den un paso al frente. En este nivel también encontramos a otro clásico, el Maccabi de Tel-Aviv. Un año más la columna vertebral del equipo la vuelven a formar americanos, encabezados por un jugador muy interesante como es Chuck Eidson. Por lo menos los aficionados del Maccabi tendrán asegurado el espectáculo cuando vaya a ver los partidos, si no es por las canastas de sus jugadores será por las riñas de Pini Gherson con los árbitros o con algún rabino que es la última tendencia en discusiones deportivas.
Los otros dos conjuntos ACB, Caja Laboral y Unicaja de Málaga, encabezarán el grupo de los animadores de la competición. Después de un verano de grandes cambios, los dos conjuntos afrontan un año de transición en el que deberán hacer funcionar sus engranajes y, de momento, parece que es el Caja Laboral el que tiene más faena hecha. A ellos hay que unir al Montepaschi Sienna, que ya lleva años jugando un gran baloncesto; el Partizán de Belgrado, que apelará al infierno del Pionir; Efes Pilsen, con un equipo que mezcla la veteranía y la calidad de jugadores como Rakocevic, Tunçeri, Charles Smith o Kerem Gonlum; o el Khimki de Sergio Scariolo, si consigue hacer funcionar sus piezas será un rival duro de pelar.
Hace ya seis años que un conjunto español no levanta el máximo cetro europeo del baloncesto, el último fue el Barcelona de Bodiroga y Pesic, éste parece ser un buen año para romper ese dato.
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