La selección española está decidida a traerse el oro de Polonia, pero argumentando en la pista, que es donde mejor lo hace, y no en los micrófonos.
Cuando los Gasol, Navarro, Rudy, Ricky... se ponen en plan estelar son la mejor constelación del baloncesto europeo. Ningún equipo del viejo continente, jugador por jugador, les puede hacer frente. Ni la musculosa Francia es capaz de darles guerra, aún teniendo en sus filas a uno de los mejores jugadores del planeta como es Tony Parker, porque sí, ayer el base de los Spurs jugó ni más ni menos que 32 minutos, en los cuales consiguió unos pobres 6 puntos.
Gasol ha puesto la directa para llevarse uno de los títulos que le falta en su palmarés, el oro en un europeo. Ayer el de Sant Boi consiguió 28 puntos en 28 minutos de juego, con unos porcentajes en tiros de dos escalofriantes a pesar de los palos que le daban los interiores galos: 11 de 13 (84,6%).
Tras la derrota ante Turquía los pesos pesados del vestuario se reunieron con Scariolo y optaron por cambiar de senda. Se dejó de lado el juego bronco y estático que proponía el técnico italiano, para hacer lo que mejor saben hacer los júniors de oro, apretar en defensa y correr, ahogar a los equipos por intensidad, por desgaste, dejar que el talento salga a borbotones e inunde el parquet.
España ahora vuelve a dar miedo, aparcando los triunfalismos y volviendo a sus orígenes, la perseverancia y el trabajo en equipo.
BASKETBALL LANDSCAPES 99
Hace 1 mes
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