Una de las ventajas que tiene el Suzuki Manresa cuando juega en casa es el infierno que supone para los rivales el Nou Congost. Los aficionados estan muy cerca de la cancha y el equipo visitante nota el aliento en el cogote. Ayer frente al Meridiano ocurrió todo lo contrario. Un fallo en la calefacción hizo que la afición no se quitara el abrigo en todo el partido. Y la victoria volvió a quedarse en casa. 78 a 74.
La gente que iba entrando en el pabellón manresano se preguntaba como podía hacer tanto frío dentro. La iluminación tampoco era la habitual y enfrente estaba el Meridiano Alicante que aún no había ganado a domicilio. Más de uno empezó a pensar que se avecinaba un mal día. El partido empezó con un 6-0 con dos triples de Montañez pero el Alicante se repuso con un 0-17 de parcial. Si ya hacía frío, con éste marcador la grada se quedó helada. Los de Ponsarnau se pusieron las pilas y llegaron al término del primer cuarto 19 a 23, preludio de la igualdad que tendría el resto del partido.
Parecía el último partido de liga entre dos equipos que se jugaban la salvación. Ni la típica falta antideportiva y el posterior hervor del Nou Congost consiguieron calentar el ambiente. Óscar Quintana se frotaba las manos constantemente y no por verse vencedor. Carlos Cazorla pedía el abrigo y los guantes cuando se sentaba en el banquillo. Horroroso. Así no se puede jugar pero el Suzuki está acostumbrado a sobreponserse a las adversidades y con un gran Montañez (22 puntos y 10 de 10 en tiros libres), acompañado por el Cusworth más regular de la temporada (13 puntos y 8 rebotes) y la experiencia de Larry Lewis, que anotó un triple providencial en los instantes finales, hicieron que el Manresa sumara la décima victoria de la temporada y dejara al Alicante con 8.
Sergy Gladyr se rompió el dedo de una mano y estará un mes de baja. Llega el momento de confiar en Jordi Grimau sí o sí. Hay que asumir que va a jugarse balones en el poste y de espaldas a canasta sea más alto o no que su defensor. También se jugará aquellos triples que nadie de la grada se tiraría y fintará cuando esté solo. No hay que extrañarse, tiene cosas mejores que Gladyr. No tiene su muñeca para lanzar de 3 pero es más constante detrás y más disciplinado tácticamente. Llorca también tendrá más minutos pero almenos éste parece que cuenta con el beneplácito de la afición local. Ayer tuvo el temple necesario para anotar el tiro libre que dio la victoria a su equipo. La salvación está más cerca.
La gente que iba entrando en el pabellón manresano se preguntaba como podía hacer tanto frío dentro. La iluminación tampoco era la habitual y enfrente estaba el Meridiano Alicante que aún no había ganado a domicilio. Más de uno empezó a pensar que se avecinaba un mal día. El partido empezó con un 6-0 con dos triples de Montañez pero el Alicante se repuso con un 0-17 de parcial. Si ya hacía frío, con éste marcador la grada se quedó helada. Los de Ponsarnau se pusieron las pilas y llegaron al término del primer cuarto 19 a 23, preludio de la igualdad que tendría el resto del partido.
Parecía el último partido de liga entre dos equipos que se jugaban la salvación. Ni la típica falta antideportiva y el posterior hervor del Nou Congost consiguieron calentar el ambiente. Óscar Quintana se frotaba las manos constantemente y no por verse vencedor. Carlos Cazorla pedía el abrigo y los guantes cuando se sentaba en el banquillo. Horroroso. Así no se puede jugar pero el Suzuki está acostumbrado a sobreponserse a las adversidades y con un gran Montañez (22 puntos y 10 de 10 en tiros libres), acompañado por el Cusworth más regular de la temporada (13 puntos y 8 rebotes) y la experiencia de Larry Lewis, que anotó un triple providencial en los instantes finales, hicieron que el Manresa sumara la décima victoria de la temporada y dejara al Alicante con 8.
Sergy Gladyr se rompió el dedo de una mano y estará un mes de baja. Llega el momento de confiar en Jordi Grimau sí o sí. Hay que asumir que va a jugarse balones en el poste y de espaldas a canasta sea más alto o no que su defensor. También se jugará aquellos triples que nadie de la grada se tiraría y fintará cuando esté solo. No hay que extrañarse, tiene cosas mejores que Gladyr. No tiene su muñeca para lanzar de 3 pero es más constante detrás y más disciplinado tácticamente. Llorca también tendrá más minutos pero almenos éste parece que cuenta con el beneplácito de la afición local. Ayer tuvo el temple necesario para anotar el tiro libre que dio la victoria a su equipo. La salvación está más cerca.
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