La otra cara de la Final Four

Esta imagen salda la deuda histórica que el baloncesto europeo tenía con el Barcelona desde aquella maldita final de 1996 también en París. Los de Xavi Pascual se han coronado como el mejor equipo del viejo continente con absoluta justicia, por juego y por estadísticas.


El Palais Omnisports vio llorar a Juan Carlos Navarro, él sabia que esta Euroliga es más suya. Es el líder del equipo y ejerció como tal en la final (21 puntos) siendo nombrado MVP. Hace un año regresó de la NBA para ganar títulos y los títulos han ido llegando, pero faltaba la guinda del pastel. Ya podemos decir que la Bomba es el mejor jugador del Barça de todos los tiempos. En las dos Euroligas que el Barcelona tiene en sus vitrinas el escolta catalán ha sido partícipe.


Esta final también ha servido para consolidar aún más a Ricky Rubio como la joven perla de Europa. Estuvo muy por encima del otro gran jugador, Milos Teodosic, y del mejor base europeo hasta el momento, Theos Papaloukas, el único de Olympiakos que parecía tener fe en la victoria. Ricky no tiene techo y en la NBA le esperan pero, de momento, que sigan esperando.


Este equipo engancha a la afición, una afición que tiñó París de blaugrana y que hizo retumbar las paredes del Omnisports al ritmo de: Tenim un nom que el sap tothom, Barça, Barça, Barça! Incluso los seguidores del Partizán acabaron coreando el nombre del conjunto catalán.





La final fue un duelo en la cancha y en las gradas. Los hinchas de Olympiakos se dejaron la voz con su equipo incluso antes de que el partido diera comienzo. Solo tuvieron una nota negativa que fue el intento de agresión a Dejan Bodiroga. Sentir los colores está muy bien, pero el serbio por encima de ex del Panathinaikos es un mito viviente del baloncesto.

Dentro del pabellón la final fue un espectáculo, pero fuera el ambiente de baloncesto solo lo ponían las aficiones. Fue muy pobre la organización de esta Final Four, ver como antes de los partidos los seguidores solo se podían encontrar en los bares. Es básico que se monte una fan zone para que la gente disfrute de la gran cita del baloncesto europeo. En ese aspecto, la NBA sigue estando a años luz.

El Regal Barcelona vuelve de París con un nuevo título bajo el brazo y ya van tres: Supercopa de España, Copa del Rey y Euroliga. Ahora les espera la liga un título que pondría el broche a una temporada que ya está siendo excepcional.

En París ganó el Barcelona y ganó el baloncesto.