Hay jugadores que parece que el tiempo no les afecta y, si pasan los años, es para hacerles mejores. Los 4 equipos que han acudido a Berlín tienen grandes plantillas con muy buenos jugadores pero sólo unos pocos son capaces de cambiar el signo de un partido por ellos mismos. En ese grupo selecto podríamos encontrar a Navarro, Holden, Siskauskas, Jasikevicius, Papaloukas o Vujcic, no muchos más. En las 2 semifinales, los protagonistas fueron los lituanos.
Ettore Messina decía antes de enfrentarse al Regal Barça que le preocupaba la poca participación que había tenido Siskauskas desde que el equipo se coronó campeón de la liga rusa hasta la Final Four. El CSKA tuvo que buscarse dos amistosos -ambos con el Efes Pilsen- para no perder el ritmo de juego y se ve que Siskauskas no pudo participar como los demás. Messina nunca habla por hablar. Pese a tener una de las plantillas más completas de Europa, sabía que el concurso del lituano tenía que ser importante. Y así fue. Siskauskas no salió de titular pero acabó siendo el más determinante en un último cuarto espectacular. No volveremos a destacar sus virtudes porque en este blog ya lo hemos hecho en más de una ocasión pero queremos recordar sus números: 29 puntos -4/8 en tiros de 2, 4/6 en triples y 9/10 en tiros libres-, 1 rebote, 5 faltas recibias, ninguna falta cometida y 28 de valoración en 24 minutos.
En el partido que enfrentó a Panathinaikos y Olympiacos, la clave del partido fue Jasikevicius. Como anunciamos en la previa, el base no salió de inicio dejando a Spanoulis que empezara a poner tierra de por medio. Es más, el primer recambio del base fue Diamantidis pero el tercer cuarto estaba reservado a Saras Jasikevicius. Si duarante la primera mitad del partido la sociedad Spanoulis-Pekovic lideró a los de Obradovic, en la segunda mitad Jasikevicius y Batiste tomaron el relevo ¡y de qué manera! Batiste se fue hasta los 19 puntos y 6 rebotes pero no habría hecho la mitad sin el base lituano, que repartió 5 asistencias y anotó 18 puntos -con 4 triples- que fueron determinantes para el triunfo del Panathinaikos. Otra sociedad, la que forman Papaloukas y Vujcic, intentó cambiar el guión y llegaron a tener la posesión para llevar el partido a la prórroga, pero Bouroussis falló. La noche estaba reservada a los lituanos.
Ettore Messina decía antes de enfrentarse al Regal Barça que le preocupaba la poca participación que había tenido Siskauskas desde que el equipo se coronó campeón de la liga rusa hasta la Final Four. El CSKA tuvo que buscarse dos amistosos -ambos con el Efes Pilsen- para no perder el ritmo de juego y se ve que Siskauskas no pudo participar como los demás. Messina nunca habla por hablar. Pese a tener una de las plantillas más completas de Europa, sabía que el concurso del lituano tenía que ser importante. Y así fue. Siskauskas no salió de titular pero acabó siendo el más determinante en un último cuarto espectacular. No volveremos a destacar sus virtudes porque en este blog ya lo hemos hecho en más de una ocasión pero queremos recordar sus números: 29 puntos -4/8 en tiros de 2, 4/6 en triples y 9/10 en tiros libres-, 1 rebote, 5 faltas recibias, ninguna falta cometida y 28 de valoración en 24 minutos.
En el partido que enfrentó a Panathinaikos y Olympiacos, la clave del partido fue Jasikevicius. Como anunciamos en la previa, el base no salió de inicio dejando a Spanoulis que empezara a poner tierra de por medio. Es más, el primer recambio del base fue Diamantidis pero el tercer cuarto estaba reservado a Saras Jasikevicius. Si duarante la primera mitad del partido la sociedad Spanoulis-Pekovic lideró a los de Obradovic, en la segunda mitad Jasikevicius y Batiste tomaron el relevo ¡y de qué manera! Batiste se fue hasta los 19 puntos y 6 rebotes pero no habría hecho la mitad sin el base lituano, que repartió 5 asistencias y anotó 18 puntos -con 4 triples- que fueron determinantes para el triunfo del Panathinaikos. Otra sociedad, la que forman Papaloukas y Vujcic, intentó cambiar el guión y llegaron a tener la posesión para llevar el partido a la prórroga, pero Bouroussis falló. La noche estaba reservada a los lituanos.
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