La evolución de Juan Carlos Navarro

Después de su paso por la NBA estamos viendo una nueva versión de Juan Carlos Navarro, estamos viendo a un jugador que es capaz de meter puntos y de generar juego para su equipo. No se trata de un cambio rotundo en su juego, sino del fruto de la evolución y madurez de este jugador.

Cuando la Bomba empezaba a despuntar en la élite del baloncesto, llamaba la atención su capacidad de desborde y su facilidad para sacar un tiro en cualquier situación, pero era un jugador que cuando tenía delante un buen defensor le costaba mucho entrar en los partidos.

Ahora vemos una nueva versión del jugador de Sant Feliu, un jugador capaz de meter 28 puntos, como hizo en los cuartos de final de la Copa del Rey contra el Real Madrid, pero a su mismo tiempo repartir 10 asistencias. Pero los números no se quedan ahí, porqué la semana antes el escolta blaugrana venía de repartir 6 pases para sus compañeros. Y los buenos números siguen, porqué en el enésimo enfrentamiento contra el Real Madrid esta temporada, en el partido de Euroliga, Navarro repartió 6 asistencias más. En el último partido de liga contra otro equipo madrileño, el Estudiantes, el blaugrana dio 5 pases. Estas cifras han elevado el número de asistencias por partido en la ACB a 2,9.

Se trata de un aspecto que Navarro ha mejorado mucho en los últimos años, algo que le ha beneficiado estadísticamente y que ha beneficiado a sus compañeros, como Fran Vázquez que es uno de los mejores socios de la Bomba, gracias, sobre todo, a la conexión vía alley-yoop.
Esta mejoría en el aspecto de pasador del jugador también viene acompañada de una pérdida de agresividad del jugador en las entradas hacia canasta que, por otra parte, puede venir propiciada por los problemas físicos que arrastra la estrella blaugrana y que no le dejan tener confianza en su cambio de ritmo.

En cualquier caso, damos la bienvenida a esta nueva faceta de Juan Carlos Navarro porqué un jugador de su calidad ofensiva si además es capaz de hacer mejor a sus compañeros, pasa a ser un jugador casi total. El siguiente paso es que empiece a defender, pero eso quizás sea pedir demasiado.